Novenario en honor de Ntra. Sra. la Santísima Virgen de la Piedad

Madre de Dios
Ruega por nosotros.
Día Segundo
ORACIÓN
¡María, Tu eres sede de todas las gracias! Por eso los santos Padres afirmaron de Ti que fuiste lirio entre espinas, Virgen, siempre bendita libre de todo contagio de pecado, fuente siempre pura, la única que no es hija de la muerte sino de la vida. Tu eres germen, no de ira sino de gracia, pura siempre sin mancilla, santa y extraña a toda mancha de pecado, más hermosa que la hermosura, más santa que la santidad, la única santa si exceptuamos sólo a Dios.
Tú, la más bella, la más hermosa y más santa que los mismos querubines y serafines, más que todos los ejércitos de los ángeles. (Pío XII)
MEDITACIÓN.
Día 2. Madre de Dios.
<<Cuando llegó la plenitud del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer… para que recibiésemos la adopción de hijos>> (Gal. 4,5). Este es el maravilloso final del plan de nuestro Padre, y el sublime oficio de santa María, hacernos hijos de Dios, encarnado en Ella. ¿Estudiamos, estimamos, esperamos suficientemente la herencia de los hijos de Dios? ¿Acudimos y nos acogemos a nuestra Madre para que nos lleve de su mano a través de nuestras tentaciones, caídas, debilidades, miedo y soledad?
Oración: Santa Madre de Dios, junto a ti queremos alabar a Dios que eligió a una de nuestras jóvenes para hacerla Madre suya. Y queremos no cansarnos de darle gracias porque nos ha elegido a nosotros para ser hijos suyos y de tu mano recibir la adopción de hijos de Dios. (Nuevo Devocionario, guía de caminantes. J. Luis de Urrutia, S. J.)
FELICITACIONES EN HONOR DE NTRA. MADRE Y REINA DE PIEDAD.
1ª Madre de la Piedad y Reina nuestra, te felicitamos y damos nuestra enhorabuena, porque nos tomaste como hijos aquel día que dijiste “Me quedo”.
Dios te salve, María…
2ª Madre de la Piedad y Reina nuestra, te felicitamos y damos nuestra enhorabuena, porque eres nuestro tesoro más querido desde aquel día que dijiste: “Me quedo”.
Dios, te salve, María…
3ª Madre de la Piedad y Reina nuestra, te felicitamos y damos nuestra enhorabuena, porque eres la “Ricona” de nuestro caminar y nos proteges en todos los peligros desde aquel día que dijiste: “Me quedo”.
Dios, te salve, María…
Pidamos la gracia que deseamos alcanzar por mediación de Nuestra Madre la Virgen de la Piedad, en esta novena.
ORACIÓN FINAL
Señor Santo, Padre omnipotente. Por la santidad de tu madre, la Virgen de la Piedad, concedednos que te amemos a ti sólo, reconozcamos nuestras miserias y nos mantengamos siempre en tu gracia. Te lo pedimos por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.
SALVE. Dios te salve Reina y Madre…
HIMNO DE LA CORONACIÓN CANÓNICA.
Ya tiene cetro, también tiene corona,
ya cada viva al aire lo pregona,
ya es Reina nuestra Madre de Piedad:
y el pueblo de tu amor, que es Villanueva,
en cada corazón, Madre, te lleva
¡qué ese es tu bello trono de verdad!
I
Alégrate, María,
por esta tierra mía,
que es tuya porque a Ti se te ha entregado
y abrazada a Tu llanto se ha quedado:
¡hoy es el día,
Virgen de la Piedad y Reina mía,
de hacer cantar al corazón cansado!
Ya tiene cetro, también tiene corona,
ya cada viva al aire lo pregona,
ya es Reina nuestra Madre de Piedad:
y el pueblo de tu amor, que es Villanueva,
en cada corazón, Madre, te lleva
¡qué ese es tu bello trono de verdad!
Letra: Nicolás Sánchez Prieto – Música: A. B. Celada Alonso
¡Viva la Virgen de la Piedad!