DÍA SEXTO

Novenario en honor de Ntra. Sra. la Santísima Virgen de la Piedad

Madre amable

Ruega por nosotros.

Día Sexto

ORACIÓN

“Tú Santa María, no tuviste miedo a la Santidad. Para ti, no era un deporte en el que triunfaban los héroes. Para ti, la Santidad fue una aventura de misericordia. No tuviste miedo, Santa María porque abriste tu corazón de par en par, al fuego y a la luz de Dios.

No tuviste miedo porque te sentías y te gozabas que Dios –solo Dios– desbordase tu alma. Amén.

MEDITACIÓN.

Día 6. Madre amable.

<<La Madre de Jesús le dijo: No tienen vino>> (Jn. 3,3). Nuestra Madre, Madre buena, cuida de nosotros. Después que ha llegado la hora de Cristo, y Ella ha sido coronada Reina del Cielo, por su medio, además de la gracia santificante, nos vienen todas las gracias; Ella las alcanza de su Hijo. Alegrémonos de tener tal Madre; y dejemos que lo sea de verdad para nosotros. No la marginemos en nuestra vida. No la olvidemos, ni aunque pequemos. Y procuremos siempre ser dignos hijos suyos.

Oración: Madre amable. Pues  tanto lo eres, que nunca perdamos la confianza en ti. Que en todas las gracias que recibimos veamos tu cariño maternal. Que busquemos imitarte en la amabilidad para parecernos a ti. Que sepamos hacernos amables a todos. Que quien nos mire te vea. (Nuevo Devocionario, guía de caminantes. J. Luis de Urrutia, S. J.)

FELICITACIONES EN  HONOR  DE NTRA. MADRE Y REINA DE PIEDAD.

  Madre de la Piedad y Reina nuestra, te felicitamos y damos nuestra enhorabuena, porque nos tomaste como hijos aquel día que dijiste “Me quedo”.

Dios te salve, María…

 Madre de la Piedad y Reina nuestra, te felicitamos y damos nuestra enhorabuena, porque eres nuestro tesoro más querido desde  aquel día que dijiste: “Me quedo”.

Dios, te salve, María…

Madre de la Piedad y Reina nuestra, te felicitamos y damos nuestra enhorabuena, porque eres la “Ricona” de nuestro caminar y nos proteges en todos los peligros desde aquel día que dijiste: “Me quedo”.

Dios, te salve, María…

Pidamos la gracia que deseamos alcanzar por mediación de Nuestra Madre la Virgen de la Piedad, en esta novena.

ORACIÓN FINAL

Te suplicamos Señor, que nos veamos favorecidos por la poderosa intercesión de Nuestra Señora, la Virgen de la Piedad, para que libres de todo peligro, vivamos  en piadosa unión y amistad, los que tan abundantes y singulares beneficios suyos hemos recibido. Te lo pedimos a Ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

SALVE. Dios te salve Reina y Madre…

HIMNO DE LA CORONACIÓN CANÓNICA.

Ya tiene cetro, también tiene corona,

ya cada viva al aire lo pregona,

ya es Reina nuestra Madre de Piedad:

y el pueblo de tu amor, que es Villanueva,

en cada corazón, Madre, te lleva

¡qué ese es tu bello trono de verdad!

I

Alégrate, María,

por esta tierra mía,

que es tuya porque a Ti se te ha entregado

y abrazada a Tu llanto se ha quedado:

¡hoy es el día,

Virgen de la Piedad y Reina mía,

de hacer cantar al corazón cansado!

Ya tiene cetro, también tiene corona,

ya cada viva al aire lo pregona,

ya es Reina nuestra Madre de Piedad:

y el pueblo de tu amor, que es Villanueva,

en cada corazón, Madre, te lleva

¡qué ese es tu bello trono de verdad!

Letra: Nicolás Sánchez Prieto – Música: A. B. Celada Alonso


¡Viva la Virgen de la Piedad!